lunes, 2 de septiembre de 2013

"Lo haré por ti"



-Estoy tan enamorado de ti...voy a demostrarte cuánto te quiero.
-No hace falta -respondió ella-, ya lo sé; lo noto cuando estoy contigo... por cómo me miras, me escuchas, me acompañas...
-Pero no es suficiente. Tú mereces mucho más. Así que quiero probar si soy digno de estar contigo y he decidido que voy a hacer un viaje para escalar las montañas más altas que nadie haya visitado. Y lo voy a hacer por ti. Te prometo que volveré y entonces seré el hombre que mereces.

Así que se fue, decidido y envuelto en una seguridad que nunca antes había sentido, y tras un enorme esfuerzo, pasado un tiempo, conquistó las más altas cumbres que el hombre había conseguido pisar, y fue bajando la última pendiente, a punto de tomar el camino de vuelta a casa, cuando la duda le asaltó.

-¿Y si no fuera suficiente?¿Y si a pesar de esto todavía no he hecho todo lo que podía? Ya sé lo que voy a hacer. Daré la vuelta al mundo. Cruzaré los océanos y los desiertos y entonces sí seré digno de ella. Estará orgullosa de mí y la haré feliz.

Entusiasmado con su nuevo viaje, no perdió tiempo y enseguida se puso en camino.
Pasaron semanas,  largos meses...y por fin llegó a casa, satisfecho y orgulloso de su hazaña.
Al entrar encontró la nota que ella le había dejado:

"Después de tanto tiempo esperándote siento que nuestra relación ha terminado...porque casi nunca estás aquí. Te deseo lo mejor. Hasta siempre."


viernes, 11 de enero de 2013

¿Tú qué hubieras hecho?


Hace pocos días hablaba con una persona sobre la conveniencia o no de ver las noticias, porque por un lado es bueno tener información de lo que ocurre pero la cantidad`y gravedad de las malas noticias afecta (a veces demasiado) a nuestro estado de ánimo, llegando a provocar sentimientos de miedo e indefensión.
Y una persona que se siente indefensa no lucha, sino que se pregunta..."¿Para qué voy a intentar nada?¿Para sufrir todavía más?"
Las personas asustadas no son libres, son dóciles, no se atreven a protestar porque tienen miedo de perder lo que les queda. Y yo me pregunto si la prensa se dedica más a informar o a asustar... y quiénes se benefician de ese miedo.
Creo que hay que estar informad@, pero teniendo presente que podemos hacer mucho más que quejarnos o encogernos de hombros; creo que podemos cambiar las cosas empezando por nosotros mismos.

Una de las recetas para ser feliz (de Alejandro Jodorowsky) dice que hay que buscar cada día una buena noticia, pues bien...ayer apareció una en mi Facebook, (¡Gracias por compartirla, Encarna!), y creo que es un soplo de aire fresco entre tanta desazón que inunda el ambiente:

UN GRAN GESTO DEPORTIVO!

Se ha hablado muy poco. En el cross de la localidad navarra de Burlada, sucedió un hecho el pasado domingo 2 de diciembre que nos ayuda a seguir creyendo en los valores del deporte.

El atleta keniano, Abel Mutai,
medalla de oro de los 3.000 obstáculos hace cuatro meses en Londres, estaba a punto de ganar la prueba cuando, al entrar en una pista donde estaba la meta se creyó que ya había llegado , aflojó totalmente el paso y, relajado, comenzó a saludar al público creyendo vencedor. Lo que le venía detrás, Iván Fernández Anaya, al ver que se equivocaba y se paraba una decena de metros antes de la pancarta, no quiso aprovechar la ocasión para acelerar y ganar. Se quedó a su espalda, y gesticulando para que la entendiera y casi empujándolo, llevó al keniano hasta la meta, dejándolo pasar por delante.

Iván Fernández Anaya, un corredor vitoriano de 24 años que está considerado un atleta con mucho futuro (campeón de España de 5.000 metros en categoría promesas hace dos años) afirmó al terminar la prueba: "Aunque me hubieran dicho que ganando tenía plaza en la selección española para el Europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado. Y esto es muy importante, porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes , en el fútbol, en la sociedad, en la política, donde parece que todo vale, un gesto de honradez va muy bien ".
Lo decía al principio: desgraciadamente, se ha hablado muy poco de este gesto. Y es una lástima. En mi opinión, estaría bien explicarlo a los niños, para que no piensen que el deporte es únicamente lo que ven por la tele: patadas violentas a raudales, declaraciones pijos, dedos en los ojos de los contrarios ...


Fuente: Facebook- Generando Conciencia